Ser agradable es
tanto evitar comportamientos que disminuyen tu simpatía como magnificar
aquellos que la aumentan.
Demasiadas
personas sucumben a la creencia errónea de que ser simpático proviene de rasgos
naturales e inalcanzables que pertenecen solo a unos pocos afortunados: los
apuestos, los ferozmente sociales y los increíblemente talentosos. Es fácil
caer presa de este concepto erróneo. En realidad, ser agradable está bajo tu
control, y es una cuestión de inteligencia emocional.
La simpatía es tan importante para tu éxito en el trabajo que puede alterar por
completo tu rendimiento. Un estudio de la Universidad de Massachusetts encontró
que los gerentes estaban dispuestos a aceptar el argumento de un auditor sin
evidencia de apoyo si él o ella era agradable, y Jack Zenger descubrió que solo
1 en 2000 líderes desagradables fueron considerados efectivos por sus colegas.
Ser agradable es
tanto evitar comportamientos que disminuyen tu simpatía como magnificar
aquellos que la aumentan. Para dar pasos firmes en dirección a la simpatía y a
ser y comportarte de manera agradable, debes descubrir los comportamientos
clave que minan tu camino.
1. Mencionar
nombres importantes.
Es grandioso
conocer personas importantes e interesantes, pero usar cada conversación como
una oportunidad para citar esos nombres es pretencioso y tonto. Al igual que el
alarde humilde, la gente lo ve a través de él. En lugar de hacer que te veas
interesante, hace que las personas sientan que eres inseguro y te preocupas
demasiado por tenerlos contigo. También abarata lo que tienes que ofrecer.
La gente es
reacia a aquellos que están desesperados por la atención. Simplemente ser
amable y considerado es todo lo que necesitas para ganarte a la gente. Cuando
hablas de manera amistosa, segura y concisa, la gente es mucho más atenta y
persuasiva que si tratas de mostrarles que eres importante y cuánto
conocimiento tienes. La gente capta tu actitud rápidamente y se siente más atraída
por la actitud correcta.
2. Secuestros emocionales.
Existen muchas
personas, sobre todo en posiciones de poder, que arrojan cosas, gritan, hacen
llorar a la gente y otros signos reveladores de un secuestro emocional. Un
secuestro emocional demuestra baja inteligencia emocional. Tan pronto como
demuestres ese nivel de inestabilidad, la gente se preguntará si eres o no
confiable y capaz. Estallar ante cualquier persona, independientemente de
cuánto puedan “merecerlo”, deja una gran cantidad de atención negativa en tu
camino. Serás etiquetado como inestable, inaccesible e intimidante. Controlar
tus emociones te mantiene en el asiento del conductor. Cuando eres capaz de
controlar tus emociones en torno a alguien que te hace daño, es este alguien
quien termina luciendo mal y no tú.
3. Humildad.
Todos conocemos
a las personas a las que les gusta presumir de sí mismos detrás de la máscara
de autodesprecio. Por ejemplo, la chica que se burla de sí misma por ser una
nerd cuando realmente quiere llamar la atención sobre el hecho de que ella es
inteligente o el tipo que se burla de sí mismo por tener una dieta estricta
cuando realmente quiere que sepas lo saludable que es. Mientras que muchas
personas piensan que la autodesprecio enmascara su fanfarronear, todos se
percatan de ello. Esto hace que la fanfarronada sea aún más frustrante, porque
no es sólo alardear; también es un intento de engañar. La humildad verdadera se
ve no es necesario anunciarla ni enmascararla.
4. Tener una mente cerrada
Si quieres ser
agradable, debes ser de mente abierta, lo que te hace accesible e interesante
para los demás. Nadie quiere tener una conversación con alguien que ya se haya
formado una opinión y no está dispuesto a escuchar. Tener una mente abierta es
crucial en el lugar de trabajo, donde la accesibilidad significa el acceso a
nuevas ideas y ayuda. Para eliminar las nociones y el juicio preconcebidos,
necesitas ver el mundo a través de los ojos de otras personas. Esto no requiere
que creas lo que ellos creen o toleres su comportamiento; simplemente significa
que dejas de emitir un juicio el tiempo suficiente para comprender realmente lo
que los motiva.
5. No hacer
suficientes preguntas.
El error más
grande que las personas cometen en una conversación es estar tan concentrados
en lo que van a decir a continuación o cómo lo que la otra persona les está
diciendo les afectará y no escuchan lo que dicen. Una forma simple de evitar
esto es hacer muchas preguntas. A las personas les gusta saber que estás
escuchando, y algo tan simple como una pregunta de aclaración muestra que no sólo
estás escuchando sino que también te importa lo que están diciendo. Te
sorprenderá cuánto respeto y aprecio ganas solo haciendo preguntas.
6. Ser demasiado serio
La gente gravita
hacia aquellos que son apasionados. Dicho esto, es fácil para las personas
apasionadas parecer demasiado serias o desinteresadas, porque tienden a ser
absorbidas por su trabajo. Las personas simpáticas equilibran su pasión por su
trabajo con su capacidad de divertirse. En el trabajo son serios, pero
amigables. Todavía hacen cosas porque son socialmente efectivas en poco tiempo
y aprovechan los valiosos momentos sociales. Se centran en tener interacciones
significativas con sus compañeros de trabajo, recordar lo que la gente les dijo
ayer o la semana pasada, lo que muestra a las personas que son tan importantes
para ellos como lo es su trabajo.
7. Ser chismoso
Las personas se
ven terribles cuando se dejan llevar por los chismes. Reflexionar sobre las
fechorías o las desgracias de otras personas puede terminar dañando sus
sentimientos si los chismes llegan a ellos, pero el chismorreo te hará lucir
negativo y rencoroso. Si bien conocer a la gente requiere una buena cantidad de
intercambio, compartir demasiado acerca de ti de inmediato resulta ser un
error. Ten cuidado de evitar compartir problemas personales y confesiones
demasiado rápido. Las personas simpáticas dejan que la otra persona los guíe en
cuanto a cuándo es el momento adecuado para que se abran. El exceso de
intercambio resulta obsesivo e insensible al equilibrio de la conversación. Míralo
de esta manera: si estás soltando lo esencial de tu vida sin conocer primero
a la otra persona, estás enviando el mensaje de que los ves como nada más que
una caja de resonancia para tus problemas.
8. Compartir demasiado en las redes sociales
Los estudios han
demostrado que las personas que comparten en exceso en las redes sociales lo
hacen porque anhelan la aceptación, pero el Pew Research Center ha revelado que
este intercambio excesivo funciona en contra de ellos haciendo que a la gente
no les guste. Compartir en las redes sociales puede ser un modo importante de
expresión, pero debe hacerse con cuidado y con cierto autocontrol. Permitir que
todos sepan lo que comió en el desayuno, el almuerzo y la cena, junto con
cuántas veces caminó su perro hoy hará mucho más daño que bien en lo que
respecta a la simpatía.
Conclusiones
Cuando eres
capaz de entender cómo otras personas te ven e interpretan tus acciones, puedes
allanar el camino para ser más agradable.
¿Qué otras cosas crees que hacen que las personas sean poco agradables?
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